Yo no soy buen perdedor
Buscando la felicidad vamos todos los días, nosotros los pobres de corazón, buscando una respuesta a nuestra infelicidad.
No infelicidad en un sentido total... pero si felicidad en el sentido de... llenar ese hueco que no se puede saciar con comida, ni cosas materiales.
Creemos que esa respuesta existe en la forma de otra persona...que si bien puede no ser igual a nosotros, si nos dará amor recíprocamente, y se abrirá a nosotros como nosotros nos abriremos a ella. Llenará nuestra sed de afecto y, porqué no decirlo, también calmará nuestro frenesí físico (y de hormonas!, ¡no olvides las hormonas!).
¿Qué hacemos? Empezamos a buscar... En la escuela, entre viejas amistades, en la calle, en el cine, en el internet, en los tokines, en las fiestas, en los parques, en los bares, en los camiones, en las paradas, en las estaciones, en los antros, en una foto, en un café, en una biblioteca... cualquier lugar que nos ofresca la promesa del calor humano tan ansiado.
Y todo para... al final quedar un poco menos personas... más amargados, y más resentidos... Todo por esa estupida sensación, de que necesitamos a otra persona para ser felices...
Pues bien... yo no soy un buen perdedor, por más que me estafen, siempre lo vuelvo a intentar.
Pero mientras tanto, Whisky le chat, no se como es esto(pero lo es), o como está la situación... Whisky el gato es castrado, no tendrá nunca compañía femenina (es machín), su intelecto es menor (que el de la mayoría al menos), se supone que estaría más perdido que cualquiera de nosotros en la búsqueda de la felicidad.
Y sin embargo...
Whisky el gato... parece ser feliz.
No infelicidad en un sentido total... pero si felicidad en el sentido de... llenar ese hueco que no se puede saciar con comida, ni cosas materiales.
Creemos que esa respuesta existe en la forma de otra persona...que si bien puede no ser igual a nosotros, si nos dará amor recíprocamente, y se abrirá a nosotros como nosotros nos abriremos a ella. Llenará nuestra sed de afecto y, porqué no decirlo, también calmará nuestro frenesí físico (y de hormonas!, ¡no olvides las hormonas!).
¿Qué hacemos? Empezamos a buscar... En la escuela, entre viejas amistades, en la calle, en el cine, en el internet, en los tokines, en las fiestas, en los parques, en los bares, en los camiones, en las paradas, en las estaciones, en los antros, en una foto, en un café, en una biblioteca... cualquier lugar que nos ofresca la promesa del calor humano tan ansiado.
Y todo para... al final quedar un poco menos personas... más amargados, y más resentidos... Todo por esa estupida sensación, de que necesitamos a otra persona para ser felices...
Pues bien... yo no soy un buen perdedor, por más que me estafen, siempre lo vuelvo a intentar.
Pero mientras tanto, Whisky le chat, no se como es esto(pero lo es), o como está la situación... Whisky el gato es castrado, no tendrá nunca compañía femenina (es machín), su intelecto es menor (que el de la mayoría al menos), se supone que estaría más perdido que cualquiera de nosotros en la búsqueda de la felicidad.
Y sin embargo...
Whisky el gato... parece ser feliz.